No puede faltar Agustín Fernández Paz en nuestras recomendaciones.
En el interior de un tabique de una casa deshabitada vive una familia de ratones: el padre, la madre y los tres hijos, Rabilargo, Glotón y Ojos Grandes, la ratita pequeña, más lista y valiente que sus dos hermanos. A Ojos Grandes le encanta explorar todas las habitaciones de la casa.
Una de esas mañanas de exploración recibe una gran sorpresa: al entrar en la cocina del piso, descubre que está habitada. La tarde anterior ha llegado una familia para vivir en él. Se trata de un matrimonio joven, que tiene una hija llamada Beatriz.
Beatriz desearía tener una mascota, pero sus padres se oponen. Le encantaría hacerse amiga de aquella ratita que atraviesa la cocina a la velocidad del rayo. Tendrá que esforzarse en convencerla y, al tiempo, neutralizar las múltiples trampas para ratones que sus padres se empeñan en poner.
La fascinación de los niños y niñas por los animales es el eje de esta narración, que tiene la originalidad de estar contada desde una doble perspectiva: la de la familia de los ratones y la de las personas. Dos realidades muy diferentes, relacionadas solo polo hilo trenzado entre Beatriz y Ojos Grandes.